Fueron cuatro metros, pero representan un cambio significativo para un hombre parapléjico de 26 años que hace cinco años sufrió un daño irreversible en la espina dorsal que lo dejó paralítico.
El paciente logró caminar esa distancia gracias a un experimento científico llevado a cabo por un equipo de la Universidad de California, Irvine, que utiliza un aparato que lee su cerebro y se comunica con las rodillas.
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